La meditación es un acto que ocurre en nuestra mente. Lleva a un estado esencial donde se genera un silencio consciente en nuestro interior, el cual nos permite activar y magnificar nuestros sentidos, para observar de manera más nítida y transparente la realidad que ocurre a nuestro alrededor y en nuestro interior.
En el acto de meditar, la cháchara mental desaparece y se calma nuestra tensión, permitiéndonos discernir desde un espacio de mayor claridad y sosiego, surgiendo nuevas perspectivas de la realidad antes no observables desde nuestra mirada tradicional, y es esa nueva observación la que nos permite establecer una coherencia ecológica y más profunda sobre la realidad.
La meditación nos ayuda a conectar con nuestro interior, a desarrollar determinadas capacidades personales que nos permiten discernir con mayor claridad y calma, nuestra percepción de la realidad. Nos ayuda, por tanto, a observar de forma consciente y desde otros ángulos y a establecer una visión más profunda de la realidad.
Es por todo esto, que la meditación nos aporta claridad para construir nuestra realidad deseable, nuestro proyecto de vida basado en la auto-consciencia. Y además nos ayuda de forma muy eficaz a liberar la tensión y las emociones reprimidas.
Existen diversos tipos de meditación: la meditación estática, la meditación en movimiento, y la meditación dinámica, que combina las dos anteriores.
Práctica de movilización, meditación y celebración en SantosaYoga
Movilizamos el cuerpo para intentar deshacer los impactos que su uso genera. Lo alargamos, estiramos, ensanchamos, utilizando nuestra sensibilidad y consciencia para sanarlo y activarlo. Dejando de lado las interminables teorías sobre el cómo o el qué, fluímos sobre la base de nuestra inteligencia corporal innata para devolverle la energía y acabar llenos de felicidad y entusiasmo.
Meditamos para ayudar a la mente a concentrarse en sí misma y despertar la comprensión de la realidad que subyace en todas las cosas. Paz, contentamiento y amor son las cualidades que se despiertan.
Celebramos cantando antes de finalizar la sesión para abrir nuestro corazón a la actividad que está por venir y agradecer la práctica realizada.
