Pilates

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Pilates es un método que se utiliza para entrenar a partir de la combinación de diversas disciplinas, como el yoga, la gimnasia. Su nombre hace referencia a Joseph Hubertus Pilates (1883–1967), el modelo, deportista, enfermero y estudioso de las cuestiones corporales que desarrolló este sistema.

El método Pilates, bautizado por su creador como contrología, se basa en ejercicios que ayudan a mejorar la tonificación de los músculos a través de una sucesión de movimientos fluidos. Su esencia radica en la utilización del cerebro para el control del cuerpo, fomentando el equilibrio.


Es importante saber que el Pilates se basa en seis principios concretos:

  1. Concentración, que es necesaria para poder conectar la mente y el cuerpo.
  2. Precisión, imprescindible para ejecutar todos los movimientos que deben realizarse.
  3. Respiración, que es la base de esta disciplina.
  4. Control, que es básico para no realizar ejercicios descoordinados o bruscos que puedan causar un daño físico.
  5. Fluidez de movimiento, indispensable para que los ejercicios se lleven a cabo de la manera idónea y a la velocidad correcta.
  6. Centralización, que establece que el centro del cuerpo es el conjunto de músculos abdominales.

Los movimientos que impulsa el Pilates deben realizarse a conciencia para que puedan coordinarse con la respiración. A través de este control del cuerpo y la mente, la persona logra descubrir la capacidad pero también las barreras que se encuentran en su interior.

Cuando el Pilates se desarrolla de la manera adecuada, el sujeto puede mejorar su coordinación, flexibilidad y musculatura. La clave del éxito se encuentra en la precisión técnica a la hora de realizar los movimientos, ya que la técnica tiene mayor relevancia que las horas dedicadas al ejercicio o que la cantidad de repeticiones, por ejemplo.

Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto otra serie importante de beneficios del Pilates, tales como estos:

  • Consigue que la persona que lo practique mejore tanto su equilibrio como su agilidad.
  • No menos interesante es saber que ayuda a corregir hábitos posturales que se traducen en dolores de espalda.
  • Cualquier tipo de tensiones musculares también se logra eliminar llevando a la práctica este deporte.

Más allá de lo muscular y de lo estrictamente físico, los defensores del Pilates aseguran que este método también ayuda a reducir el estrés y a mejorar la autoestima de quienes lo practican.

No hay que olvidarse que, aunque cualquiera pueda llevar a cabo la práctica de esta disciplina, está recomendada para grupos específicos como estos:

  • Personas que han sufrido una lesión y se encuentran en plena fase de recuperación de la misma.
  • Quienes padezcan problemas de espalda.
  • Las embarazadas, ya que logran desde reducir los síntomas que experimentan hasta el estrés que les puede causar el saber que una gran responsabilidad está a punto de llegar a sus vidas. Todo eso sin olvidar tampoco que es una estupenda alternativa para lograr preparar su cuerpo de cara al momento del parto, ganando flexibilidad y fortaleciendo lo que es el suelo pélvico.

Cabe destacar que existen dos grandes modalidades para practicar Pilates: hacerlo directamente sobre el suelo o una colchoneta, o apelar a máquinas diseñadas específicamente para estas prácticas.